El domingo 04 de agosto, solemnidad del día del párroco, se reunió la Comunidad Salesiana en torno a la Eucaristía para celebrar el aniversario sacerdotal de padre Eduard Rojas, quien cumplió un año desde que fuera ordenado, por imposición de manos de monseñor Galo Fernández, administrador apostólico de Talca.  

Padre Eduard eligió como lema sacerdotal la frase: “Señor, tú los sabes todo, sabes que te quiero”. Antes de iniciar la misa, se revistió al padre, igual que en el día de su ordenación, recordando que su ministerio es por y para el pueblo de Dios.

El alba es la túnica blanca con la que se reviste primero el sacerdote y representa el sacramento del bautismo que ha recibido igual que nosotros. El Señor lo ha revestido, lo ha hecho hijo suyo y hermano nuestro. Los papás de padre Eduard llevaron en procesión el alba y lo revistieron como signo de entrega al pueblo de Dios.

La estola es signo de la dignidad sacerdotal, pero sobre todo simboliza a Jesús buen pastor que carga sobre sus hombres a la oveja. El sacerdote al colocarse la estola imita a Cristo que es pastor de su pueblo. Dos alumnos llevaron hacia delante la estola y se la pusieron a padre Eduard.

La casulla es el símbolo de caridad, y representa el dulce y suave yugo de Jesucristo. El sacerdote al revestirse de esta prenda toma sobre sí el sufrimiento de Cristo y su pueblo, se hace uno con el Señor para la celebración de la Eucaristía. Dos mamás de la Pastoral de Padres llevaron hacia delante esta prenda pare revestir al sacerdote e iniciar así la Eucaristía.

En su mensaje, padre Eduard señaló que lo más importante hoy día es celebrar y practicar el amor de Dios en medio de nosotros. “El evangelio de hoy es muy claro en esto, nos invita a pensar bien qué tenemos y qué hacemos con nuestros bienes, e inmediatamente nos da la respuesta, compartir, vivir el amor, porque eso será lo que nos llevemos”.

Y en este contexto, agradeció a la Comunidad Religiosa y Comunidad Educativa la celebración de su aniversario, añadió que él como sacerdote quiere “ser un signo de la presencia de Dios que ama en medio de toda la comunidad, porque ese amor también es exigente, también pide más, porque siempre se extiende más, el amor es una opción que uno hace por el otro y que hace crecer al otro”, manifestó.

En la presentación de los dones se ofreció una canasta fraterna que irá en ayuda de los hermanos más necesitados de la comunidad.   Se ofreció una estola, como signo del ministerio sacerdotal entregado, y la imagen de Jesús buen pastor, signo del corazón amable que don Bosco quería para sus salesianos.

En la acción de gracias, padre Eduard agradeció la vida de los niños y jóvenes, los destinatarios de la misión de don Bosco y la misión nuestra. “Ustedes hacen que todos los días sean distintos, son ustedes los que marcan la diferencia para nosotros los salesianos, gracias por estar aquí y por estar cerca nuestro”, concluyó el sacerdote, impartiendo para todos los presentes, la bendición final.

Terminada la misa, fue el tiempo de los saludos y entrega de regalos de amigos y estamentos del CEST.