El domingo 19 de mayo, la Iglesia celebró la fiesta de Pentecostés. En el CEST se realizó un Buenos Días especial el 17 de mayo, para compartir con los alumnos la importancia y significancia de esta fiesta que invita a los cristianos a poner en práctica los dones del Espíritu Santo que se reciben en este día y a recordar el nacimiento de la Iglesia.
El padre Juan Pablo Lyon dijo que en Pentecostés celebramos la existencia de tres personas divinas, pues no caminamos solos, vamos con el Padre, con el Hijo que es Jesús y con el Espíritu Santo que impulsa nuestro caminar día a día, celebramos que Jesús, enviado por el Padre, nos lleva de la mano a través de su Espíritu Santo y, por tanto, nos insta a hacer el bien a los demás.
Los dones del Espíritu son siete, y nos invitan a mirar a nuestro interior porque el Espíritu habita ahí, moviéndonos a permanecer en la fe en Dios. Estos son: entendimiento, sabiduría, ciencia, piedad, fortaleza, consejo y temor de Dios.
Cabe recordar que con la celebración de Pentecostés iniciamos un nuevo tiempo litúrgico, y como signo se apaga el cirio pascual, el cual acompaña todas las actividades comunitarias de la Iglesia, desde la noche de pascua, en que Jesús resucitó para quedarse entre nosotros; desde Pentecostés se queda para siempre hasta el final de los tiempos, y la Iglesia hace memoria de estos acontecimientos.