Bajo el lema “María Auxiliadora nos reúne”, después de dos años sin poder convocarse, la Familia Salesiana, Parroquia Santa Ana, Santuario María Auxiliadora y Comunidades Educativas, celebraron a la Madre de Jesús, bajo la advocación de María Auxiliadora. Las actividades comenzaron el 15 de mayo con la novena en honor a María, la que culminó con una emotiva eucaristía, celebrada el 24 de mayo, día de la solemnidad de María Auxiliadora en el Santuario que lleva su nombre, y en la Parroquia Santa Ana.
La misa fue presidida por padre Darío Navarro, director de la Presencia Salesiana en Talca, y concelebrada por el padre Belarmino Sánchez, rector del Santuario de María Auxiliadora, y el diácono salesiano Romedil Ilufi.
El templo y la comunidad se vistieron de gala para celebrar a la Madre de Jesús. “Aquí estamos todos presentes porque queremos decirle a nuestra Madre que creemos en Ella; creemos en su hijo Jesús y, sobre todo, que también ofrecemos nuestra vida a su disposición”, manifestó padre Darío al iniciar la celebración.
Más adelante, al citar el texto bíblico de la Bodas de Caná, el Padre Director invitó a los presentes a tener en cuenta la frase que María le dice a los mayordomos “Hagan lo que Él les diga”, porque es una forma de buscar la voluntad de Dios. “El Señor nos habla a cada uno de nosotros, personalmente; nos hace un llamado vocacional, nos pide un camino, un proyecto de vida, y ojalá nosotros poder ir descubriéndolo, y para eso no hay edad, desde el más joven hasta el más anciano podemos descubrirlo. El Señor a todos nos tiene preparado un proyecto de vida (…) para que seamos felices en plenitud y sintamos también ese amor de Dios que pasa por María”.
En este sentido, padre Darío señaló que no tenemos que olvidar quién es María Auxiliadora, la mujer y la madre de Dios, que hace milagros en nuestra vida, como decía don Bosco. “Ella que es Madre nos sostiene, nos invita, nos ayuda y, sobre todo, nos une con su manto protector para hacernos sentir amados por Ella y amados por Dios”.
En el momento del ofertorio, junto al pan y el vino, se presentó la vida de todos los salesianos y salesianas de Talca y del mundo, como también se ofreció un ramo de flores a la Madre de Dios, y las estampitas con la oración e imagen de María Auxiliadora.
El homenaje a la Madre Auxiliadora continuó en la tarde del sábado 28 de mayo, donde se reunieron todos los grupos asociados a la gran Familia Salesiana, en 11 Oriente con 2 Sur, para hacer procesión por las calles de Talca, como signo de comunión, esperanza y esfuerzo de los talquinos que entregan su vida al servicio de la Iglesia, desde la espiritualidad salesiana, igual como don Bosco que se comprometió a acoger a la Virgen María como madre, maestra y guía en toda su misión apostólica.
La procesión finalizó en el patio y gimnasio del Centro Educativo Salesianos Talca (CEST), donde se celebró la liturgia eucarística y envío, pues los otros momentos se celebraron durante el caminar, significando en cada estación el peregrinar eucarístico de la vida personal y comunitaria que camina junto a otros, y agradeciendo a Dios por lo vivido en estos años, porque a pesar de las dificultades y las pérdidas, hemos crecido en la fe y la confianza que la vida después de la pandemia nos hará más fuertes.
En el gimnasio del CEST, el padre Darío Navarro, invitó a todos los presentes a hacer un compromiso de fe y adhesión al proyecto de Dios y María, su madre, asumiendo el compromiso que don Bosco hizo en su vida. El Padre Director invitó a la comunidad a comprometerse con María como Madre, Maestra, Guía y Auxiliadora, compromiso que fue presentado ante el altar por las y los jóvenes de las comunidades educativas.
En la acción de gracias, Sor Silvia Barañados, directora del Liceo Santa Teresita y colegio María Mazzarello, y coordinadora general de la Procesión de María Auxiliadora, señaló que este día fue un día de gratitud, ya que “lo que vivimos después de 2 años de habernos convocado de otra manera, fue un signo elocuente de que nuestra fe no estaba muerta, sino más viva que nunca, nuestra fe necesita expresarse con un gran “gracias” a Jesús por regalarnos a una madre como la Auxiliadora”.
La religiosa agregó que también es un “gracias” para cada uno de los que participaron en la procesión, porque con la fe de uno se alimenta y se nutre la fe del otro, “pues hoy hemos sentido que somos familia”. En este sentido, Sor Silvia hizo alusión a la experiencia de sinodalidad que está viviendo la Iglesia: “Caminar juntos como Familia, como Pueblo de Dios es sinodalidad, y nosotros hemos caminado sinodalmente; respetando los ritmos unos de otros; el hombre y la mujer caminamos siempre en búsqueda de algo que no es final de una procesión; porque nuestra vida es una constante procesión hacia el corazón bondadoso y misericordioso del Padre”, puntualizó.
El padre Belarmino Sánchez, rector del Santuario también agradeció la presencia de la multitud de personas que acompañaron a la Madre de Dios en este caminar. “Le hacía falta a Talca escuchar el himno a María, que brota del corazón salesiano, necesitamos a la Auxiliadora, que esté presente en nuestro mundo, en nuestras ciudades, en nuestras organizaciones sociales, el Chile de hoy lo necesita”. En este sentido, invitó a los jóvenes que representaron a María Auxiliadora, a don Bosco, a Madre Mazzarello, a Laurita Vicuña y a Ceferino Namuncura, como signo de la presencia salesiana en Talca.
La procesión culminó con un significativo envío a todos los presentes a ser sal y luz del mundo, para seguir caminando juntos como Familia Salesiana y seguir construyendo un mundo parecido al del Evangelio. Posterior a esto, el padre Darío hizo la oración de consagración a María Auxiliadora, e impartió la bendición final, convocando alegremente a vitorear un fuerte ¡Viva María Auxiliadora!
