El legado de Don Bosco impulsa cada año a renovar el compromiso de fidelidad a su espiritualidad y carisma, suscitada por Dios para la formación de niños y jóvenes. Así como los miembros de la Familia Salesiana renovaron este compromiso, los alumnos también son convocados a participar de esta promesa en la celebración de la eucaristía, que en Sede Norte se realizó el 17 de agosto y en Sede Sur el 18 de agosto.
El Padre Darío Navarro, quien presidió la misa, recordó a los jóvenes el motivo de celebraciones del mes de agosto. Dijo que no solo recordamos el nacimiento de don Bosco, sino también la forma que tuvo de ver la realidad de los jóvenes de su tiempo y de actuar para su bien. “Muchos jóvenes venían del campo, era el tiempo de la revolución industrial, tiempos difíciles, muchos jóvenes querían ayudar a sus familias y se hacían cargo de ellos, pero también muchos niños y jóvenes se quedaron huérfanos, y son ellos los que comienzan a hacerse protagonistas de su propia vida, y se acercan a don Bosco, y él estuvo con ellos, con esa realidad, y quiso ser padre y amigo de muchos de ellos”.
En medio de su mensaje, P. Darío, invitó a los alumnos de cuartos medios que pudieran expresar qué le agradecerían a don Bosco. Los alumnos expresaron en su mayoría que lo que más agradecían era la amistad y el compañerismo entre todos, y la atención y amabilidad de los profesores y asistentes de la educación.
La participación alegre y festiva de los estudiantes en esta Eucaristía, sigue siendo una alabanza a Dios, por haber suscitado en la Iglesia a San Juan Bosco como amigo, padre y maestro de los jóvenes. (Al pinchar las imágenes podrá ver los álbum de fotos).
