En el Buenos Días de este 09 de noviembre, la Comunidad Educativa hizo un saludo especial al sacerdote salesiano, padre Juan Pablo Lyon Labbé, por estar cumpliendo 20 años de vida sacerdotal. El padre Juan Pablo fue ordenado el 09 de noviembre de 2002, por monseñor Ricardo Ezzati, bajo el lema “Lo que hemos visto y oído es lo que anunciamos” (1 Jn 1, 3).
El rector Reinaldo Castro, en nombre de toda la comunidad, anunció este hecho de la vida de padre Juan Pablo, pidiendo a toda la comunidad hacer una oración especial por él, como también rezar por los sacerdotes y las vocaciones salesianas.
Los alumnos de CGA, en representación de todos los estudiantes, entregaron un regalo al padre Juan Pablo Lyon, por su servicio y acompañamiento a los jóvenes del CEST.
El Padre Juan Pablo es párroco de la Parroquia Santa Ana desde agosto del año 2019 y como lo manifestó en esa ocasión, los desafíos para un sacerdote siempre serán fortalecer el testimonio y favorecer la unidad; “juntos, laicos y consagrados debemos dar un testimonio fecundo de nuestra vida cristiana”.
Asimismo, añadió, que para un sacerdote salesiano siempre un desafío es hacer crecer y desarrollar la Pastoral Juvenil, acompañar a los jóvenes. “Cuando uno llega a una obra salesiana siempre tiene que mirar a los jóvenes, cómo se está trabajando con ellos, sumarse a lo que se está haciendo y hacer camino con ellos”.
El padre Juan Pablo Lyon nació el 12 de febrero de 1974. Con el lema “Lo que hemos visto y oído es lo que anunciamos” (1 Jn 1, 3), fue ordenado sacerdote en Santiago, el 09 de noviembre de 2002, por Monseñor Ricardo Ezzati.
Desde 2003 a 2005 fue coordinador pastoral del Colegio Salesiano El Salvador, actualmente CEST. Desde 2006 a 2010 fue coordinador pastoral de la Obra Salesiana de la Cisterna. Desde 2011 a 2018 fue párroco de la Parroquia Nuestra Señora de la Paz de Alto Hospicio. En el primer semestre del año 2019 estuvo trabajando en la Fundación Don Bosco, y desde agosto del mismo año fue nombrado párroco de la Parroquia Santa Ana, nombramiento confirmado por monseñor Galo Fernández, obispo de la Diócesis de Talca, tomando posesión de la Parroquia el 24 de agosto de 2019.
