El 22 de diciembre, en la casa Pinardi de Callejones, los trabajadores del Centro Educativo Salesianos Talca, participaron de un emotivo retiro de Navidad, que culminó con la Eucaristía, presidida por el padre Darío Navarro, director de la Presencia Salesiana en Talca.

Las actividades comenzaron con una oración y motivación sobre los personajes del pesebre: José, María y Jesús, y su relevancia en la vida de todas las personas.

En el momento central de este encuentro, el padre Juan Pablo Lyon, desarrolló el retiro de Navidad, a partir de la pintura del ícono de la Natividad del ruso Andrei Rublev, quien sintetizó extraordinariamente en imágenes, profecías y evangelios, el misterio insondable de la fe de la iglesia.

El ícono es una ventana, y a través de él, no solo se mira, sino que se es mirado. Se mira porque es un objeto de veneración abierto a la contemplación y al misterio.   El Padre Juan Pablo a través del ícono de Rublev, expuso la profundidad del nacimiento de Jesús en un pesebre para el mundo. Dijo que es Dios que llega, que nació en medio nuestro, en nuestra oscuridad, en todo lo que somos, Él nació para limpiar nuestro corazón, para dar luz y sanarnos del mal.

Este momento culminó con una bendición especial para cada uno, primero con la imposición de manos individual de parte de los sacerdotes, y aspersión del agua bendita. Todo esto como signo de sanación en estos tiempos difíciles.

Luego del retiro, se celebró la eucaristía. En su homilía el padre Darío reiteró la relevancia del nacimiento de Jesús en nuestra vida personal, en nuestra comunidad, y especialmente la actitud dócil de María en la imagen de Na Sra. De la Dulce Espera. “Esta es la imagen de María que está embarazada, que para mí es muy significativa, porque una mujer cuando está embarazada tiene mucha esperanza puesta en su hijo, hay momentos de dolor, hay momentos quizás de miedo, que van sintiendo, pero también hay mucha alegría, de saber qué es lo que viene, que tiene que ver con este misterio de la vida de recibir un niño, ojalá que esta actitud que tiene María la tengamos nosotros siempre, que nuestra vida la vamos construyendo entre todos”.

En esta celebración, el padre Darío agradeció a la comunidad educativa por todo lo vivido durante el año, invitando a todos los integrantes de la Comunidad a vivir el sentido de comunidad: “Hemos vivido situaciones con los alumnos, situaciones entre nosotros, hemos tenido que dejar tiempo para acompañar, tiempo para ser acompañados, cada uno podrá hacer una síntesis, pero creo que todo lo que vivimos nos hace reconocer que somos una comunidad, y eso ayuda porque debemos dar pasos, y eso significa que como comunidad tenemos que hacer las cosas bien, las cosas bien para Dios y para nuestros hermanos, y entre todos”, concluyó el director.

Posterior al retiro y misa de Navidad, el personal del CEST compartió un almuerzo y una tarde de esparcimiento y compartir en comunidad.

En esta oportunidad, se saludó al hermano Romedil Ilufi en el día de su cumpleaños.